sábado, febrero 04, 2006

Nos deja el más grande de todos


Hace sólo algunos meses nos dejó EL MÁS GRANDE DE TODOS: nuestro querido, admirado y respetado RUFINO BERNEDO. Ahí estuvimos sus amigos del legendario Saetas Verdes, en la iglesia y en el cementerio. Un buen numero de deportistas y amigos lo acompañó, paro no cabe duda que el GRAN RUFINO merecía mucho más. Nosotros le estábamos debiendo unas palabras en esta página y aún le debemos un merecido homenaje póstumo.

Más bien menudo de estatura, delgado, sus armas fueron la habilidad y la velocidad. Rufino Bernedo fue el único basquetbolista nacional elegido como mejor jugador de un Mundial. Ocurrió en Argentina (Buenos Aires), donde se jugó el campeonato del mundo en 1950 y Chile ocupó nada menos que el tercer lugar. Rufino Bernedo fue elegido el mejor alero de ese campeonato.
En las olimpíadas de Helsinki resultó pieza fundamental en el histórico 5º lugar olímpico alcanzado por el básquetbol nacional.
Y fue también figura del Mundial realizado en Chile en 1959, quedando nuevamente nuestra selección entre las mejores del mundo. Con este certamen se despidió en gloria y majestad del básquetbol adulto competitivo. Luego siguió jugando en la categoría seniors hasta hace algunos años...

A pesar de todos esos grandes méritos, al revisar la prensa nacional, sólo encontramos algunas breves referencias, que no se condicen con lo que él le entregó al básquetbol chileno.

Lo que dijo la prensa regional:
El Diario Austral
Diario Electrónico El Gong:

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Grande Rufino!
Realmente, para quienes te conocimos dentro y fuera de la cancha, debemos reconocer que nos dejaste la vara demasiado alta.
Fuiste el único en Chile que fue nominado en el equipo ideal de un campeonato Mundial, en Argentina, donde Chile fue tercero, te eligieron el mejor alero. Formaste parte del equipo olímpico chileno que logró el 5· lugar en Helsinski en 1952, y el 8· lugar en las olimpíadas de Melbourne. Nos mostraste un camino y nos enseñaste que con amistad, caballerosidad, compromiso, y amor por el deporte se puede llegar muy alto.
Gracias gran Saeta Verde de siempre.